Encontrar un diagnóstico adecuado se vuelve un gran laberinto cuando ‘saber qué nos ocurre’ se prolonga hasta más de 5 años. Es una realidad muy común hoy en día en muchos casos que ahora vamos a comentar.
Un diagnóstico se define como un reconocimiento y “análisis que se realiza para determinar cualquier situación y cuáles son las tendencias”. De esta manera podemos saber qué nos ocurre y qué podemos hacer para mejorar nuestra situación.
El problema es que existen miles de personas que no encuentran un diagnóstico adecuado en años y esto supone un gran desgaste personal y sobretodo, una pérdida de la oportunidad de la atención temprana.
Esto ocurre no solo por la poca especialización en algunos ámbitos de la salud por parte de los profesionales, si no porque en muchos casos la persona tampoco sabe con certeza dónde debe acudir.
La gravedad no solo reside en los años que pasan sin saber qué nos ocurre, ni como actuar al respecto, si no que en casos de niños/as que requieren atención temprana la gravedad se multiplica.
Casos más comunes sin diagnóstico
Los casos son infinitos. Muchas veces nos dicen que “lo nuestro no tiene solución” o nos recetan, sin diagnóstico, cualquier tratamiento que en realidad no tiene base de sustento, ¿Cómo se puede dar un tratamiento sin un diagnóstico?
Uno de los casos más comunes actualmente se da en el ámbito de la salud mental/emocional. Existen miles de personas con trastornos de ansiedad o depresión que no son valoradas psicológicamente. En casos de depresión directamente recetan medicamentos ansiolíticos o antidepresivos, sin estudiar el caso de manos de un/a especialista y en casos de trastornos de ansiedad incluso se pueden llegar a visitar más de 6 especialistas sin encontrar un diagnóstico fiable y un tratamiento eficaz.
En temas de infancia nos encontramos con la fiebre del TDHA y otras etiquetas varias, relacionadas con la diversidad, que lejos de querer ser estudiados los casos en particular (en muchas ocasiones se diagnostica un TDHA y no existe, si no que existen otro tipo de patologías o estados) y se le pasa la receta.
Enfermedades más difíciles de diagnosticar
Otras “enfermedades” con las que nos pueden tener dando vueltas sin saber qué nos ocurre: celiaquía, fribromialgia, intolerancias, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico o agorafobia, colon irritable, esclerosis múltiple, artritis reumatoide, apendicitis, enfermedad de Lyme, hipotiroidismo, …etc.
Una de las peores consecuencias al respecto de este tema es la búsqueda de alternativas pseudocientíficas (no científicas, ni probada su eficacia e incluso peligrosas) a las que se aferran las personas que no encuentran alivio en la medicina convencional.
Probablemente la medicina, como la educación, necesite una actualización revisable y continuada. ¿No crees?
Desde Planeta Hiedra pensamos que la salud, la ciencia y la educación, son pilares que deben ser fuertes en la sociedad. Sentenciemos a aquellas personas que no son profesionales y seamos rigurosas a la hora de ocuparnos de nuestra salud. Debemos exigir la mayor calidad.
Os animamos a todas las personas a ser críticas, a basarse en buenas/os profesionales que constaten la información, que tengan alianzas con otras/os especialistas de otras especialidades.
¿Para qué? Para cerciorarnos de que esa persona aúna conocimientos suficientes y vocación como para poner en sus manos nuestra salud, sea mental o física.
Deja en comentarios si te ha sucedido algo similar, o a alguien cercano a ti.
Os recomendamos las siguientes páginas de ayuda:
Enfermedades raras: Orientación en casos sin diagnóstico.
Ansiedad, depresión y dificultades en el aprendizaje: Blanco Psicología
TDHA: Asociaciones
Sóndrome del intestino irritable: Fundación Española del Aparato Digestivo
Todas las Asociaciones de Fibromialgia en España
Busca ayuda en las asociaciones y fundaciones ya que tienen una amplia experiencia.